Ante la inminente llegada de los Cernícalos Primillas a la Península, de vuelta de su estancia invernal en África, Defensa y Estudio del Medio Ambiente / DEMA ha recibido una petición urgente de ayuda del arquitecto responsable del proyecto que restaura las cubiertas de la catedral de Jaén.
En colaboración con las Consejerías de Medio Ambiente y de Cultura de la Junta de Andalucía y naturalistas locales jienenses, DEMA ha propuesto medidas urgentes para evitar que las obras se suspendan y al mismo tiempo los cernícalos puedan criar. Es preciso recordar que el Cernícalo Primilla es una especie considerada como amenazada a nivel mundial y esto implica que haya que evitar la eliminación de sus lugares de nidificación, así como las molestias infringidas en las colonias en época de reproducción.
Los técnicos de DEMA han planteado una alternativa para que los primillas tengan sus nidos listos en cuanto lleguen, para anidar en la cubierta de esta catedral andaluza, entre mediados de febrero y principios de marzo.
Los tejados del edificio tienen zonas con importantes deterioros y era en estos huecos, bajo las tejas desplazadas, donde unas 17 parejas de Cernícalo Primilla venían realizando sus puestas.
Para evitar impacto visual desagradable sobre la bellísima cubierta de esta catedral, DEMA ha diseñado nidales especiales que irán bajo dicha cubierta y unas tejas árabes con orificio de acceso al interior, cuya superficie imita el liquen que les crece encima cuando permanecen años a la intemperie. Llevan el mismo diseño que las colocadas en la Iglesia de la Purificación de Almendralejo y han sido fabricadas a mano por un alfarero de Salvatierra de los Barros.
Después de planificar la actividad de los albañiles y ajustar el plazo requerido para ello, en este caso antes de la llegada de los Cernícalos Primilla, el acceso a la zona de cría se suspenderá y las obras continuarán pero por otra zona de la catedral, recomendación propuesta por los técnicos de DEMA y aceptada por la empresa constructora.
Así hemos mediado entre todas las partes interesadas consiguiendo que las obras no se paralicen y que los primillas no vean alterado su ciclo reproductor por molestias. De no haberse intervenido posiblemente esta colonia habría estado en grave peligro de desaparecer o se habrían producido serios perjuicios para otras entidades o terceros.
Una vez más demostramos, como ocurrió con la Parroquia de la Purificación de Almendralejo, que si hay buena voluntad es posible conjugar, en una misma acción, la conservación del patrimonio cultural y el natural, saliendo ambas partes beneficiadas